Reflexiones sobre la unidad en la diversidad

bicentenario2El siglo XXI amaneció presentando un escenario político y social de desmonte de los experimentos neoliberal-conservadores. Los nuevos vientos que surcan Venezuela, Brasil, Uruguay, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, El Salvador, Paraguay y la Argentina, más la histórica dignidad del pueblo cubano y su gobierno, marcan una nueva hora continental. Todos estos procesos, sin negar sus especificidades y diversos alcances, poseen un rasgo común, la necesidad de construir un proyecto regional que desde la diversidad de las realidades nacionales sostenga posiciones de autonomía contra las pretensiones imperiales y permita construir un futuro compartido por las naciones de América Latina y el Caribe. Estas construcciones nacionales y regionales constituyen palancas emancipatorias para desmontar la herencia neoliberal hacia a un destino de liberación, soberanía y democracia, con justicia social y desarrollo económico al servicio de nuestros pueblos. La región se adentra en una situación estratégica común. Por un lado, se trata de sostener y profundizar lo realizado y, por el otro, impedir todo intento de restauración neoliberal.

Los gobiernos que, como se escuchó en estos días del Bicentenario, se parecen como nunca a sus pueblos, no avanzan en procesos lineales y armoniosos sino en complejos e intrincados caminos que revelan tensiones, contradicciones, insuficiencias pero también avances y conquistas en la dirección correcta.

En nuestro país y en el actual contexto, nosotros no coincidimos con el supuesto de que la alternativa política se reduce a la opción de ser oficialistas u opositores. Asumimos la batalla por unir lo diverso, apoyando lo positivo y criticando lo criticable desde nuestras posiciones autónomas.
El Gobierno está sujeto a presiones diversas, frente a lo cual no queremos ser observadores o analistas críticos; pretendemos incidir para neutralizar los embates de la nueva derecha y afianzar el camino hacia un nuevo modelo económico, político y social. La comparación del proyecto neoliberal-conservador con el vigente desde 2003 muestra, blanco sobre negro, las diferencias antagónicas y los indiscutibles pisos conseguidos que deben protegerse contra las acciones contraofensivas de la derecha remozada. Basta con ver el gobierno de Mauricio Macri para tener una perspectiva de lo que significarían esos personajes gobernando nuestro país.

La política de derechos humanos, la política exterior, el modelo económico centrado en el desarrollo del mercado interno, los avances en el rol activo del Estado, las acertadas definiciones en materia laboral y social, y logros como la nueva Ley de Servicios Audiovisuales, constituyen palmarias evidencias de procesos de superación del neoliberalismo vernáculo. El proyecto de ley de servicios financieros -que pretende remover la Ley de Videla-Martínez de Hoz-, presentado recientemente por nuestro bloque Nuevo Encuentro Popular y Solidario, será, sin duda, una nueva contribución al desmonte de los pilares estructurales que edificó el neoliberalismo.

Unidad en la diversidad
Todos los esfuerzos son pocos para construir la unidad que permita vislumbrar otro futuro de dignidad que merezca ser vivido por todos y todas, sin exclusiones y exclusivismos. Nuestra autonomía e independencia con relación al Gobierno estriba, fundamentalmente, en que entendemos que las fuerzas políticas sobre las que se apoya para encarar este proceso transformador no constituyen garantía suficiente para ello. Hacemos este señalamiento sin ninguna intención estigmatizadora, pero no podemos soslayar que los viejos aparatos partidarios no parecen instrumentos de transformación adecuados para acompañar los cambios en curso. Somos portadores de una historia de iniciativas y esfuerzos unitarios, los hicimos desde nuestra pertenencia cooperativa y los continuamos desde nuestra inserción política. A modo de referencia, bien vale compartir en esta nota un párrafo extraído de la presentación de la Propuesta Cooperativa para Refundar la Nación, del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, que hicimos en agosto del 2005:

* En cada etapa, frente a las opciones impuestas por la minoría de privilegio hicimos oír nuestra voz, y en cada etapa nos esforzamos en la búsqueda de unidad, esa unidad tiene aspectos sobre los que debemos trabajar una y otra vez.

* Una primera cuestión tiene que ver con la capacidad de unir lo diverso para confrontar con lo antagónico, sin dejar de reconocer la existencia de diferencias, y aún de conflictos, la unidad de los afectados por un modelo de privaciones, privatizaciones y desigualdad es una tarea que exigirá participación efectiva y democracia real, diversidad y democracia, pues, como primer requisito de la construcción.

* Un segundo criterio es la organización, que deberá articular la democracia real con el logro efectivo de resultados. Conocemos algo de articular democracia y eficiencia, y éste es también un desafío para una construcción popular.

* Tercero, se trata de vincular lo social y lo político, ya que la batalla se da en todos los órdenes de lo público y también de lo privado. También implica dar la batalla en la ocupación de espacio del Estado para gobernar y gestionar de otra manera la esfera pública. Ni apoliticismo, ni olvido de la construcción desde abajo, se trata de fundar una nueva política, una nueva sociedad, un nuevo Estado.

* Cuarto, conformar lo plural no implica ceder en los principios, ni dejar de confrontar en cada caso con nuestros enemigos y sus valores, lo plural no nos quita identidad, sino que suma a una nueva sociedad donde lo que es de todos adquiere todos los colores y respeta los nuestros propios. Construir lo colectivo no implica negar lo nuestro.

Hoy, desde el Partido Solidario nos proponemos contribuir a generar espacios políticos que cultiven la convergencia de las identidades y tradiciones populares, y desplieguen prácticas consistentes, coherentes, superadoras de lo existente.

Esta visión estratégica exige que cada una de las organizaciones populares factibles de converger aceptemos la necesidad de desplegar procesos de construcción que impliquen cambios profundos en nuestra cultura política.
Sin la pretensión de dictaminar una hoja de ruta y sólo con el afán de contribuir a la reflexión sobre estos procesos, nos atrevemos a puntualizar algunos componentes que, entre muchos otros, deberían estar en toda arquitectura de construcción amplia, popular, progresista y de izquierda.

Construcción
En principio, sostenemos la necesidad de una construcción que esté basada en irrenunciables principios de participación y democracia, respetando la identidad de cada uno. Que dichos principios se expresen en discursos y en prácticas concretas, cotidianas, permanentes en todos los ámbitos del quehacer social y político. Que articule su accionar entre lo social y lo político, con la participación de múltiples actores que integramos el ancho campo de lo popular. Que resuelva las tensiones y complejidades entre el decir y el hacer, avanzando con la mayor coherencia en y entre nuestras organizaciones. Que sea un lugar de aprendizaje solidario, mutuo y cotidiano, de experiencias y de invenciones que podamos llevar adelante a partir de estas coincidencias sustanciales.

La dimensión de nuestros objetivos en términos de construir una fuerza protagónica, nos da cuenta de que se trata de impulsar el nacimiento y desarrollo de una nueva forma de concebir la política, la representatividad y la participación.

No se trata, entonces, sólo de labrar acuerdos programáticos y/o electorales -aspecto que no podemos menoscabar-, se trata de ir consolidando el proceso de construcción de una fuerza que anide en el propio pueblo. Una fuerza que se plantee realizar cambios profundos en la estructura económica y política del país, no será viable si en el mismo proceso de construcción no logra que sea el pueblo mismo quien hable a través de ella. Entendemos que, por supuesto, estamos aprendiendo desde el caminar todos juntos. No hay ninguna solución mágica que haga, por decreto, que lo nuevo surja de lo viejo.

Nuestro camino pasa por la empecinada afirmación de que otro país y otro mundo están siendo posibles y que lo construiremos desde nuestros sueños y nuestros tenaces esfuerzos.

Nosotros nos afirmamos en la idea de que la profundización del cambio, el anhelado objetivo de mayor justicia social, la plena independencia y la unidad latinoamericana se habrán de lograr con más democracia participativa, con más redistribución de la riqueza y con más y mejores políticas activas por parte del Estado como garantía de un verdadero nuevo modelo de país.

El esfuerzo, entonces, es impedir cualquier modo de restauración conservadora, y ayudar a gestar la unidad de lo diverso con lineamientos que reclamen una activa participación del Estado, que se constituya en garante de los derechos de la ciudadanía a la sana alimentación, a la salud, a la educación, a la recreación y la cultura. No hay índices aceptables para la pobreza y la exclusión, el único índice aceptable es cero.

Y, para eso, las fuerzas que integramos el campo popular debemos saber articularnos políticamente, para que las grandes mayorías sean las verdaderas palancas y pilares del modelo de país que deseamos y merecemos, con transformaciones profundas y democratizadoras en lo económico, en lo político y en lo social.

Esta nota fue publicada en la Revista Debate el día 26 de junio de 2010.

7 comentarios

  1. Alfredo Piccone dice:

    En lo sustancial coincidimos totalmente. Nuestra doctrina peronista expresa lo que Ud. está manifestando. Desde esa optica podriamos decir que desde su sector político acompañan, con diferencias de formas y metodologías, concientemente el proyecto del gobierno actual. Pero le doy más importancia al aspecto coyuntural, que en este momento ayuda tanto como lo fundamental. Que desde sectores no peronistas se sustenten principios y políticas coincidentes con las nuestras nos salvan de tener que gobernar y predicar a la vez. Porque la teoria se dificulta en la práctica, por más que nos empeñemos en ser coherentes, siempre habrá fisuras, errores, cuando no malos ejemplos. Y allí es donde el mal adversario, cuando no los enemigos tratan de introducir la cuña divisionista para hacer ver a la opinión pública que somos más de lo mismo. Que Heller diga que tal o cual es el camino correcto, a veces tiene más valor que si lo dice uno de los nuestros, sobre todo si está en función de gobierno. Creo que es muy importante profundizar estos aspectos porque estamos transitando el camino de la democracia y las alternancias van a ser inevitables. Lo importante es que lo sean con personajes y gobiernos consustanciados con un proyecto nacional y popular, simple, sencillo, profundamente humanista y cristiano. Gracias Heller por sus acertados comentarios.

  2. Estimado Carlos, como justicialista, y a la vez, pensando, al igual, y sintiendo, las palabras, del compañero, que me precede, en los comentarios, me imagino y espero, que sigas, aportando, como lo has hecho, desde el principio, para que este gobierno, pueda seguir, por 4 años más. Referente a esto, pienso que la Señora Cristina, es, lo mejor que nos pudo, haber pasado, como Presidente, de todos/as los que habitamos, este país, en éstos últimos años, cambiaron muchas cosas, para bien, sé que falta mucho también, y como decís, esperemos que estemos unidos en el país y en Latinoamérica, para lo mejor de millones de seres humanos que habitamos, en él. Para terminar, donde hay una necesidad, hay un derecho. Profundizen el tema, nada de trabajadores en negro,en ninguna parter del país, así, juntan el dinero para pagarnos, en debida forma, las jubilacioes/pensiones.- Che, bostero, un abrazo de este cuervo. Gracias.-

  3. luis ortiz dice:

    SR. HELLER
    Es indudable que las coincidencias en cuanto al
    planteamiento van a ser muchas, y en otras tantas no hay por
    que estar de acuerdo.Pero si hay un proyecto central de linea-
    mientos claros, especificos, sin dobles interpretaciones, se
    simplifica lo que el Sr. Alfredo define como gobernar y predicar,
    Por poner un ejemplo,la funcion reguladora del Estado es
    la columna vertebral de la concepcion de gestion,como forma de
    garantizar igualdad y esto es irrenunciable, como lo debe ser de
    la misma forma, una justicia que funcione y un derecho a la
    informacion de manera tal que amplie el poder de conoci-
    miento y por ende el de decision de las grandes mayorias que
    como hemos visto en estos ultimos años, se direcciono hacia
    coyunturas que en vez de beneficiarlas, la han empobrecido.
    Un programa creible se sustenta sobre principios morales
    solidos, donde la corrupcion y el enriquecimiento ilicito sean
    combatidos tanto como la pobreza, porque es la base de
    cualquier nueva concepcion de gestion que se quiera llevar
    adelante, no hay causa mayor de debilitamiento de una gestion
    que las sospechas o dudas reales o creadas sobre la honestidad
    de los dirigentes que llevan a cabo la tarea de gobernar, y
    este debe ser otro pilar fundamental en la creacion de una nueva
    fuerza politica que no le tema a los controles y se comprometa
    con un cambio de cultura que asuma una lucha frontal contra
    el trabajo en negro, la evasion impositiva, la corrupcion.
    Las normas que regulen este accionar se pueden discutir con
    generosidad, tanto las economicas, como las de orden social,
    pero marcar esta tendencia, abrira un camino de esperanza a
    una sociedad que cada vez le cuesta mas creer, que intenta
    confiar en unos dirigentes que parecen mirar siempre para el
    lado equivocado y cuyas promesas se diluyen en decoloridos
    discursos, en maratonicas sesiones que ni ellos escuchan y
    en ineficaces y ambiguas medidas de casi nula aplicacion.
    Los que hemos visto pasar los frentes grandes,los no los voy
    a defraudar, etc,etc,seguimos creyendo a pesar de todo en
    esa utopia de mejor calidad de vida para una inmensa mayoria
    en estado de necesidad, y es evidente que ante conductas
    claras y buenas intenciones, las diferencias se achican.
    Despues discutiremos la forma.El importante aporte que hace
    usted a la divulgacion de un proyecto alternativo junto a Sabatella
    y otros dirigentes hace creible la formacion de una nueva
    forma de hacer politica, en funcion de la sociedad.
    Y el apoyo a los gobernantes en todo lo bueno que es mucho,
    no debe contemplar un aval incondicional a la corrupcion y el
    enriquecimiento ilicito. La ley de medios audiovisuales y la
    reforma financiera en curso, deben ser el trampolin desde
    donde se consolide el proyecto alternativo y superador.
    Porque lo que no hagamos nosotros mismos no lo esperemos
    de los demas,(diganse sociedades rurales, multinacionales,
    impresentables de la ciudad y provincia,etc,etc.)
    Cordial saludo.
    Luis Ortiz.

  4. Carlos, me gustaria que desde ese espacio politico se fueran preparando jovenes para ponerle el pecho a la politica economica neoliberal, que esta asomando, no se pueden quedar dormidos, porque ls magnetos los mitre los MACRI estan al acecho, me parece que estan haciendo mas propaganda estos individuos que el gobierno, gracias Carlos

  5. José Luis dice:

    Querido Carlos: Me alegra volverte a escuchar hablar de que no acordás con la lógica: “Oficialismo – Oposición” y que “el proyecto transformador no puede asentarse en las viejas estructuras (del PJ…)”. Sería bueno que tuviera consistencia y a esto se uniese una propuesta de unir fuerzas con otras expresiones por 3 temas determinantes de la ajenda política: 82% para la mínima de los jubiulados CON aumento de aportes patronales; ley de glaciares y tu proyecto de Ley de Servicios financieros…
    La oportunidad de desarrollar el espacio progresista está, dado que los autores (Bonasso, Filmus, Lozano y vos) se conocen y necesitan mutuamente…
    Un gran abrazo:

  6. Estimado Carlos, no sé si será la edad, que tengo, no sé si, lo que reclamo, por los lugares, a a quien me debe, lo que me corresponde, estaré en lo cierto, pero decirte que lo que percibí, hoy, no alcanza, pero, no quiero perder, las esperanzas, como te dije, el anterior mensaje DONDE HAY UNA NECESIDAD HAY UN DERECHO, esto es para mí, la única verdad.Te aclaro que un una página de PERFIL, dicen que hay 6.000.000 millones de trabajadores en NEGRO y en otra página de ………….que hay 3.000.000 millones, me parece, esto es lo que me rompe un poco las …………… el cuento viene, de ser exacto la primera versión, va a haber una gran ayuda, para los fines, que RECLAMO.Pónele toda tu sapiencia, en la Ley de Servicios Financieros, porque presiento, que hay más contras, de lo previsto.Gracias.-

  7. Ema D. Lodeiro Macia dice:

    Genial haberlos encontrado¡¡¡
    Soy alumna de 2º Año del Profesorado para la Educación Primaria y me gustaría la opinión de ustedes, sobre todo del Sr. Carlos Heller, respecto a las leyes 26206, de Educación Nacional, la Ley Federal y la 1420 .-
    Cordialmente

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