Proyecto: Expresar preocupación por el destino del diario “Critica de la Argentina” y las consecuentes perdidas de la fuente de trabajo

Fecha de ingreso: 06.05.2010
Estado: en comisión de “Legislación del trabajo”
Firmantes: Basteiro, Sergio Ariel – Nuevo Encuentro Popular y Solidario Buenos Aires

La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:
Expresar su preocupación por el destino del diario “Crítica de la Argentina” y la consecuente pérdida de fuentes de trabajo.

FUNDAMENTOS

Señor presidente:

El matutino “Crítica de la Argentina” es la más joven experiencia en materia de prensa escrita diaria a nivel nacional y, al mismo tiempo, la que parece más cerca de su extinción.

Ni su formato editorial ni la calidad de sus contenidos hacían suponer en sus comienzos tan fugaz paso por la historia del periodismo vernáculo.

Sin embargo, la sociedad empresaria que le dio nacimiento pasó pronto a manos de advenedizos cuya sola presencia alertaba sobre el futuro que pudiese tener el emprendimiento.

Razones no le faltaban a quienes incurrieron en esa sospecha cuando -de buenas a primeras- su principal accionista pasó a ser el señor Antonio Mata, personaje célebre en el mundillo de los negocios por su capacidad para destruir empresas.

Al respecto, cabe aclarar que el tal Mata, es la misma persona que, en representación del grupo español Marsans, se encargó de desguazar a nuestra histórica línea de bandera “Aerolíneas Argentinas”, y dejarla en un fabuloso colapso financiero.

Lo cierto es que en la última quincena, “Crítica de la Argentina”, estuvo en los kioscos con ediciones de emergencia que producía el personal jerárquico de su redacción; ya que el resto del personal se había declarado en huelga. La situación se mantuvo hasta el pasado 29 de abril, cuando los jerárquicos adhirieron a la medida y desde el viernes 30 el matutino ha dejado de aparecer tanto en su edición en papel como en su versión electrónica.

¿Cuáles son las razones que abrieron las puertas de este conflicto laboral?. Nada más ni nada menos que el incumplimiento de la empresa de su elemental obligación de abonar los salarios de sus trabajadores en tiempo y forma.

Este incumplimiento no es novedoso; ya van cinco meses en los que los salarios se pagan con atraso y los que revistan en el matutino en condición de colaboradores no los cobran desde octubre pasado.
Según explica Edgardo Imas, delegado de la Comisión Interna del diario, la tensión entre trabajadores y patrones comenzó en diciembre pasado cuando los primeros reclamaron un aumento de los salarios, cuya negociación la empresa postergaba desde marzo de 2009
“Argumentaban -cuenta Imas- que tenían dificultades para cumplir con los aumentos en el primer trimestre y se acordó que (los salarios) se pagarían más tarde de lo normal por unos meses pero que en abril se regularizaría la situación”.

El acuerdo al que alude el gremialista fue homologado por el Ministerio de Trabajo de la Nación, pero la empresa no lo respetó. Tanto es así que al llegar a abril, los dueños de “Crítica de la Argentina” optaron unilateralmente por abonar el sueldo de marzo en dos cuotas que se efectivizarían el 19 y el 26 de abril respectivamente.

Esta decisión inconsulta llevó a la mayoría del personal a declarar un paro por tiempo indeterminado. Pero, al vencer la segunda de las cuotas, ella no fue abonada y motivó que adhiriese a la medida el personal jerárquico del diario, motivando así su por ahora momentánea discontinuidad.

En el ínterin, unos 20 profesionales renunciaron a sus cargos ante la insostenible situación de tener que vivir sin percibir salarios.

En total, la plantilla laboral de “Crítica de la Argentina” está compuesta por 160 trabajadores que hoy temen perder sus puestos.

En tanto, el señor Matas – comentan fuentes sindicales- permanecería en España, lejos del escenario del conflicto y sin aportar los recursos que lo solucionen. Por su parte, su socio -el empresario farmacéutico Marcelo Figueiras- no habría hecho las inversiones a las que se habría comprometido.
Hace tiempo que los medios comerciales han abandonado su condición de trincheras de opinión para transformarse en meros negocios. Como tales, son campo propicio para que desembarquen en ellos inversionistas ajenos a la profesión y ávidos de lucrar, aún a costa de la continuidad del emprendimiento.

Lamentablemente, la normativa vigente no contempla la penalización de la mala praxis empresarial cuando ésta -como podría ocurrir en el caso del diario “Crítica de Buenos Aires”- amenaza con dejar sin sustento a decenas de hogares argentinos.

Ante circunstancias de este tenor, en las que sus protagonistas suelen repetirse, la Cámara de Diputados debe mostrarse atenta; razón por la cual solicito la aprobación de esta iniciativa.

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