Excepciones a la Ley de Propiedad Intelectual

bibliotecaEl conocimiento constituye una de las herramientas clave para la defensa de la humanidad en la época contemporánea y una de las vías fundamentales para enfrentar problemas como la crisis ambiental y el incremento de la pobreza. En este sentido, son las bibliotecas las garantes -por antonomasia- del derecho de acceso a la información por parte de la comunidad a la cual prestan servicio, poniendo el conocimiento a disposición de todos los ciudadanos, sin importar edad, raza, credo, género o posición.

Al mismo tiempo, el acceso a la información constituye uno de los sustentos de la libertad de expresión, siendo ambas piedras angulares de las sociedades democráticas, indispensables para la formación de la opinión pública. Debe destacarse, en este contexto, que las bibliotecas han contribuido y contribuyen al desarrollo de las sociedades, sirviendo al traspaso del conocimiento de generación en generación y es por ello que puede afirmarse que la democracia y las bibliotecas tienen una relación simbiótica.

En concordancia con estos conceptos hemos presentado en el Congreso, en octubre del año pasado, una reforma a la Ley de Propiedad Intelectual y de Fomento del Libro y la Lectura con excepciones a favor de bibliotecas, archivos y museos. Sucede que la legislación argentina no incluye a estos claustros en las excepciones al derecho de autor y es entonces que nuestros bibliotecarios, por ejemplo, se ven constantemente sometidos a la absurda disyuntiva de cumplir con su misión de preservar y dar acceso a las obras, u observar en forma completa la legislación en la materia.

Los derechos de acceso a la información, al conocimiento, a la educación, a la investigación científica y la cultura, constituyen el acceso a obras producto de la creación humana, por un lado y el derecho de autor, por el otro, componiendo así dos facetas de intereses que llevados a sus extremos se presentan como contrapuestos. En este contexto, es obligación, nacional e internacional, velar por la subsistencia de ambos grupos, en condiciones de igualdad y sin discriminaciones de ninguna índole, conciliando el interés particular de los creadores de las obras intelectuales con el general de toda la sociedad como “usuarios” de ellas; escuchando a todos los interesados y a los más débiles sobre todo. Es ésta la única manera de dar una respuesta capaz de evitar que alguno de los mentados derechos contrapuestos prevalezca sobre el otro o que pueda ser erigido como un derecho absoluto e ilimitado.

Así como la Primera Junta de Gobierno Patrio creó el 13 de septiembre de 1810 la Biblioteca Pública de Buenos Aires (hoy Biblioteca Nacional), pensando que entre sus tareas estaba la de construir modos públicos de acceso a la ilustración para operar un cambio social profundo, en ocasión de este bicentenario de la Patria resulta imperativo reforzar dicha iniciativa, renovando el esfuerzo y compromiso puesto en pos de facilitar a todos los habitantes del país, especialmente los de menos recursos, el acceso a la información y al conocimiento mediante el establecimiento de un adecuado, justo y actualizado régimen de excepciones a los derechos de autor, despenalizando la reproducción, la representación, la ejecución, el préstamo y la recitación o lectura de las obras en determinados casos y condiciones, y jerarquizando el rol de las bibliotecas, archivos y museos, tal como proponemos en el proyecto de Ley.

8 comentarios

  1. juan carlos dice:

    Comparto la idea, pero creo que no será sencillo legislar en cuanto a las excepciones, e impedir que -amparándose en esa nueva Ley-, el uso de nuevas tecnologías informáticas vulneren el espíritu de los legisladores.

  2. María Teresa Contin dice:

    “…facilitar a todos los habitantes del país, especialmente a los de menos recursos, el acceso a la información y al conocimiento mediante el establecimiento de un adecuado, justo y actualizado régimen de excepciones a los derechos de autor,…”. Qué maravilla! parece la Constitución de la Nación Argentina y …acaso ésto no es el ABC? pues es hora de que lo sea. El reconocimiento a las bibliotecas, a los autores, a ese capital intelectual obra y labor de muchos intelectuales que contribuyeron y contribuyen a la herencia cultural de la humanidad.!! Muchas Gracias. Que no sólo sean pérdidas lo que contabilizamos los argentinos.

  3. oscar nuñez dice:

    Es sumamente positivo. como lo dice Heller historicamenbte se tomo como una necesidad de no tener una ciudadanìa inculta.

  4. irene vivalda dice:

    A mí me parece que cuando uno escribe un libro lo hace para que los demás lo lean y apenas llega a otros el autor deja de ser “el dueño ” de esas palabras.Es muy bueno que los libros circulen libremente en las bibliotecas y los usuarios, ya que muchos jóvenes bajan temas de internet creyendo que esa información es valiosa o verídica no acercándose a la fuente verdadera de ese conocimiento (cuando no prefieren las fotocopias).Por lo tanto, para mí, toda medida que asegure la circulación del conocimiento en la biblioteca y lo haga de manera simple, ayuda a que se acerquen más usuarios y se difunda “el correcto conocer”

  5. irene vivalda dice:

    Aclaro que deseo que se respeten los derechos de autor y cuando digo “el correcto conocer “me refiero a ir a las fuentes y no repetir los prejuicios,engaños y recursos mediocres de los que está lleno internet entre otras cosas positivas.gracias

  6. Comparto la idea, creería que sería importantísima para aportar
    conocimientos a sectores menos favorecidos, aunque creo que
    encontrará alguna resistencia. Igualmente estoy en total acuerdo

  7. NO TIENE QUE VER CON ESTE TEMA, PERO ME AGRADO ESCUCHAR AL RURALISTA DE ARROYO SECO EN SU PARTICIPACION ESTA NOCHE DEL PROGRAMA 6 7 8. ES DE LOS NUESTROS, NO HAY DUDA.

  8. Tienes razón Cristina, pero al márgen ¿ no sería conveniente una visita al peluquero?, se me ocurre. Saludos.

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