Declaración: Expresar repudio por el golpe de estado en Honduras, que derrocó al Presidente Constitucional José Manuel Zelaya Rosales, al cumplirse un año del mismo

Fecha de ingreso: 28.06.2010
Estado: Aprobado el 10.09.2010
Firmantes: Ibarra, Vilma Lidia – Nuevo Encuentro Popular y Solidario Ciudad De Buenos Aires

La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:
Su repudio y condena al golpe de Estado llevado a cabo contra el Gobierno legítimo del hermano país de Honduras que derrocó al presidente constitucional, José Manuel Zelaya Rosales, y que produjo la alteración del orden democrático, a un año del hecho.

Asimismo, declara que desconoce cualquier autoridad emanada de la ruptura del orden democrático.

FUNDAMENTOS

Señor presidente:

Se cumple hoy el primer aniversario del golpe de Estado ocurrido en la República de Honduras, que derrocó al presidente constitucional José Manuel Zelaya Rosales, rompiendo así el proceso democrático hondureño abierto en 1980 y dejando al país en una situación de aislamiento exterior y sumido en un clima de extrema tensión en su política interna.

Habiendo convocado a un referéndum no vinculante para consultarle al pueblo hondureño si era su voluntad que en las próximas elecciones se votase la conformación de una asamblea constituyente que reformara la constitución nacional, el Presidente Zelaya fue depuesto por un grupo de militares y exiliado por la fuerza a Costa Rica. En este contexto y estableciendo un estado de excepción, los legisladores opositores designaron como presidente interino, al hasta entonces presidente del Congreso Roberto Micheletti, quien debía convocar a elecciones donde se dirimiría su sucesor. Las mismas se efectuaron en un clima de crispación total, gran parte del pueblo hondureño no se presentó a votar y se organizó en un Frente Nacional de Resistencia Popular llamando a no participar, desconociendo al gobierno de facto y pidiendo la restitución del presidente constitucional depuesto. Zelaya, quien ya había buscado regresar a territorio hondureño en dos oportunidades, conseguiría ingresar a Tegucigalpa de incógnito y se refugiaría en la embajada de Brasil, donde permanecería cuatro meses hasta el 27 de enero, fecha en que concluía su mandato constitucional.

Ni la presencia de Zelaya en territorio hondureño ni la masiva deserción en las urnas lograron impedir que Porfirio Lobo asumiera como presidente del país, con la connivencia de algunos apoyos exteriores, que pasaban de condenar el golpe de Estado a legitimar las nuevas elecciones llevadas adelante por un gobierno autoritario, que desoyó la constitución nacional hondureña y violó la voluntad popular. En contraposición, buena parte de la comunidad internacional sigue sin reconocer el actual Gobierno de Lobo. Tal es así que el país sigue suspendido en la Organización de los Estados Americanos desde el 4 de Julio del año pasado, mediante la Resolución 953 donde se exige el “inmediato, seguro e incondicional” retorno del Presidente José Manuel Zelaya Rosales a sus funciones constitucionales, reclamo similar al efectuado por los países miembros de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA) y de la Unión de las Naciones Sudamericanas (Unasur), que exigen además se le garantice el cumplimiento de todos sus derechos para que pueda volver al país.

Considero que el Congreso de la Nación, a un año del golpe de Estado sufrido en Honduras, debe renovar su manifestación de repudio a la alteración del orden constitucional ocurrida, ratificando su postura condenatoria y negando el reconocimiento a cualquier autoridad que surja de un golpe de Estado.

En virtud de lo expuesto, solicito la aprobación del presente proyecto de declaración.

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