Declaración: Expresar beneplácito por el 50 aniversario del Teatro General San Martín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a celebrarse en el año 2010

Fecha de ingreso: 28.07.2010
Estado: Aprobado el 13.10.2010
Firmantes: Heller, Carlos Salomon – Nuevo Encuentro Popular y Solidario Ciudad De Buenos Aires; Sabbatella, Martin – Nuevo Encuentro Popular y Solidario Buenos Aires; Ibarra, Vilma Lidia – Nuevo Encuentro Popular y Solidario Ciudad De Buenos Aires; Basteiro, Sergio Ariel – Nuevo Encuentro Popular y Solidario Buenos Aires; Rivas, Jorge – Nuevo Encuentro Popular y Solidario Buenos Aires

La Cámara de Diputados de la Nación DECLARA:

Su beneplácito por el 50° Aniversario del Teatro General San Martín, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que se celebra en el año 2010, declaración que se hace extensiva a las actividades programadas en razón de su festejo.

FUNDAMENTOS

Señor presidente:

La historia del actual Teatro General San Martín, prácticamente comienza con el siglo XX, mediante un pedido a las autoridades para la creación de “un coliseo oficial en cuyas tablas ilumine la luz del arte teatral”.

Se iniciaba el siglo y la ciudad de Buenos Aires con su explosivo crecimiento demográfico, derivado del incesante aporte inmigratorio europeo, abandonaba definitivamente su impronta de gran aldea para convertirse en el gran polo cultural de América del Sur.

Con la proximidad de los festejos del primer Centenario de la Patria, los sectores dominantes ansiaban equipar a la capital con ámbitos adecuados para el desarrollo de las artes y la exhibición de espectáculos de danza, teatro y lírica.

Una autodenominada “Junta de vecinos del Centro” acercó a la Comisión de Educación y Cultura de la Cámara de Diputados de la Nación, un proyecto que contenía las aspiraciones citadas, el que por iniciativa de algunos Diputados logró despacho, aunque nunca se debatió en el recinto.

Dos años después, en 1908, el diputado socialista Dr. Alfredo Lorenzo Palacios, presenta en la Cámara baja un proyecto “para que los vecinos de Buenos Aires gocen de la posibilidad de contar con un teatro con fines no comerciales, sino de educación y esparcimiento”. La iniciativa incorporaba el concepto de abono diferencial para obreros. De esta manera se pretendía ofrecer el acceso al teatro a un público no acostumbrado a esos espectáculos. También el Dr. Palacios consideraba determinante la articulación de esta actividad con el diseño curricular vigente en el distrito. Sin embargo, el proyecto no logró tratamiento legislativo.

En el año 1909 el Concejo Deliberante trató en sesión por primera vez el tema y aunque parece haber acuerdo entre las bancadas no se toma medida alguna.

Hay que esperar hasta el 7 de junio de 1912 cuando nuevamente el Concejo Deliberante de la Ciudad de Buenos Aires sanciona una ordenanza que dispone la creación del “Teatro Popular de Buenos Aires”, destinado a ofrecer “espectáculos moralizadores e instructivos”.

El 26 de noviembre de 1936, la Intendencia de la Ciudad de Buenos Aires dispone la construcción de un edificio para el Teatro del Pueblo a fin de que la ciudad pueda contar con un gran teatro popular, accesible a todas las clases sociales”.

El 23 de diciembre del mismo año se expropia el Teatro Nuevo, ubicado en Corrientes 1528 y se le da en concesión por 25 años para que funcione allí el Teatro del Pueblo.

El 3 de diciembre de 1943, las autoridades surgidas del golpe de estado del 4 de junio de ese año, dejan sin efecto la concesión otorgada y se pierde así la sede oficial del Teatro del Pueblo.

El 18 de diciembre de 1943, por decreto del Departamento Ejecutivo Municipal, se crea el Teatro de la Ciudad de Buenos Aires, “cuya finalidad ha de ser el fomento del teatro nacional en sus más puras fuentes tradicionales”. Éste se inaugura el 23 de mayo de 1944, con el estreno del drama popular heroico “Pasión y muerte de Silverio Leguizamón, de Bernardo Canal Feijóo; que generó una reacción positiva de todos los sectores de la Comunidad porteña.

Con motivo del centenario de la muerte del general San Martín el gobierno realizó múltiples actos en su homenaje. Como parte de ellos surge la decisión de cambiar la denominación del antiguo edificio del Teatro Municipal, por el del citado prócer.

El teatro buscó posicionarse en el sistema teatral porteño como símbolo de calidad. A comienzos del año 1953 ya se había decidido demoler el antiguo edificio para construir el actual complejo y con ello, la Intendencia Municipal busca cumplir con las finalidades de su plan de acción cultural, brindando a la población metropolitana un aspecto formal en el período evolutivo de la historia del teatro argentino.
Construcción del nuevo edificio del Teatro General San Marín

(1954- 1960)
Tanto el antiguo edificio de la institución, como las otras salas que funcionaban desde la primera década del siglo XX, estaban preparados para albergar formas de representación tradicionales que respondían a los requerimientos estéticos de la época. Pero cincuenta años más tarde estas instalaciones eran anacrónicas para recibir las propuestas de puesta en escena que venían surgiendo, además de no poder proporcionar respuestas técnicas frente a los nuevos y notorios adelantos que operaban en el área. Asimismo las condiciones de trabajo que tenían que soportar los trabajadores de la escena eran inadmisibles, en especial para una Ciudad que experimentaba un evidente proceso de modernización.

Por tales motivos, era necesario la construcción de un nuevo edificio que además de cumplir racionalmente con las emergentes exigencias técnicas y de confort, se convirtiera en ejemplo para otras iniciativas similares.

Con este criterio a principios del año 1953, el intendente Jorge Sabaté resolvió encarar parte de las construcciones en el Plan de Obras Municipales de ese año, mediante la contratación de arquitectos particulares, sistema que en la época estaba contemplado en la Ley marco de Obras Públicas. El origen de esta disposición estaba motivado en el hecho de obtener con premura una mayor eficiencia, rapidez y reducción de gastos en el proyecto y dirección técnica en una obra pública de la envergadura de la de este teatro.

El teatro encierra en sus valores potenciales, el secreto de su perennidad y tuvo un nuevo resurgimiento, que en nuestro país se ha caracterizado por la exteriorización de un fervor definitivamente “amateur”. Público, artistas, directores y escenógrafos se suman día a día a este movimiento que ha terminado por despertar la imitación de los elencos profesionales y finalmente la atención e intereses de los organismos oficiales.

En esa época, la mayoría de las salas existentes destinadas al llamado teatro de comedia no reunían las condiciones apropiadas para las nuevas tendencias y carecían de elementos a tono con el progreso teatral, resultando inadecuadas e inadmisibles las condiciones en que trabajan los artistas y los obreros de la escena.

Era pues, perentoria la construcción de nuevos teatros que además de cumplir con las modernas exigencias técnicas y de confort se constituyera en un ejemplo para nuevas iniciativas.
Estas modernas exigencias fueron captadas por la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, comprendiendo así, que debía encarar la erección de un verdadero centro de cultura.

La importancia de la obra por su finalidad y volumen suscitó el primer gran problema: su ubicación. El anterior Teatro Municipal Gral. San Martín (originariamente Teatro Nuevo de propiedad particular adquirido después por la Municipalidad) ocupaba el solar donde se levanta el actual Centro.

Elegir el mismo espacio físico para el complejo a edificar no fue una coincidencia o facilismo. Desde 1920 en adelante la calle Corrientes se había convertido en la arteria que concentraba mayor cantidad de teatros en Buenos Aires. Este hecho determinaba que se convirtiera en el lugar esperable para un centro cultural de jerarquía mundial como el proyectado. La natural inclinación del publico, justificó la elección del emplazamiento de la nueva obra en el mismo lugar ocupado por el teatro existente.

El proyecto y la dirección recayeron sobre los Arq. Mario Roberto Alvarez y Macedonio Oscar Ruiz y un grupo de arquitectos colaboradores entre ellos Leonardo Kopiloff, Domingo Raffo, Michel Nicolaeff; en escenotecnia los ingenieros: Isaac Godbar, y Bernardo Duckelky; y en la acústica el ing. Federico Malvarez.

La ejecución de los trabajos fue planeada en 5 etapas en base a un plan Municipal de inversiones a desarrollar en 3 años.

En la 1ra. etapa se trató de proveer, para la temporada de 1953, a los artistas del primitivo teatro, de un digno ambiente de trabajo mediante una reforma transitoria en el hall, la fachada, la sala y el escenario.

En la 2da.etapa se demolió el antiguo teatro para la ejecución del proyecto completo, tratando de aprovechar al máximo los materiales adquiridos en la 1ra. etapa.

En cuanto a la 3ra. etapa, fue iniciada el 22 de junio de 1954 y abarcó la ejecución del cuerpo de oficinas, con su pequeña sala de proyecciones, las 2 salas de teatro, el gran hall de exposiciones, los escenarios y talleres, la confitería, una vivienda para el mayordomo del edificio, la sala de máquinas y equipos etc.

Durante ese año, a pesar de las dificultades económicas de la Comuna, los principales diarios se hacían eco de la importancia de la obra. El diario “Democracia” en su ejemplar del 18 de abril de 1954, decía: “Obra de singular importancia, por las significativas proyecciones que tendrá para la cultura del Pueblo, es la emprendida con la reconstrucción del Teatro Municipal General San Martín. Este teatro, que está siendo construido por la Comuna, será dotado de todas las comodidades que lo constituirán en uno de los más modernos de Sud América. La obra, que se realiza por etapas, fue comenzada en el transcurso del año pasado, con la construcción del monobloque correspondiente a los camarines, que se compone de 8 pisos con todas las instalaciones a que el artista tiene derecho para poder desarrollar sin trabas sus manifestaciones artísticas. Las salas – ya que se construirán dos superpuestas con sus respectivos escenarios- han de significar para el pueblo una apreciable conquista pues serán dotadas de todos los adelantos técnicos experimentados en la materia que han de otorgar al público en general máximo de confort. Cabe destacar, en forma preferente, la facilidad que encontrará para manifestar sus aptitudes artísticas el teatro vocacional al tener una de las salas un escenario, nueva expresión del teatro moderno. En la construcción de este teatro, también se ha previsto la de numerosos locales para oficinas, lo que permitirá centralizar en los mismos las distintas dependencias de la Secretaría Cultura de la Municipalidad, con lo que se ha lograr, sin duda alguna, formar un verdadero centro de cultura popular”.

Al producirse en octubre de 1954 el cambio de autoridades Municipales las obras fueron interrumpidas y reiniciadas a fines de 1955 y licitada parcialmente en 1956 su continuación. Es aquí donde se configura la 4ta. etapa que incluyó: el mobiliario, decoraciones, cortinados y alfombras, artefactos, tabiques de oficinas, jardinería, maquinas y útiles, material de consumo, equipo de iluminación escénica y proyecciones cinematográficas, etc.

La ejecución de la obra sufrió una nueva paralización desde el año 1958 hasta principios de 1960. Las sucesivas demoras habían echado por tierra los cálculos originales que establecían la conclusión de los trabajos en trescientos sesenta días.

Las múltiples postergaciones, problemas y querellas abiertas pusieron en peligro la finalización del Teatro San Martín. Tal es así, que el diario La Prensa anunció, en septiembre de 1957, la venta del coloso en construcción a las Naciones Unidas.

Posteriormente, el entonces Concejo Deliberante de la Ciudad de Buenos Aires sancionó la Ordenanza N° 15.292 facultando al titular del Departamento Ejecutivo a tomar las medidas necesarias tendientes a concluir las obras.

En tal sentido, se decide culminar las obras en un plazo no mayor de seis meses. En ésta 5ta. etapa se realizaron las playas de estacionamiento y accesos de artistas, obreros y materiales.

El edificio, cuenta una enorme estructura que alberga tres salas de teatro; una sala de cine; dos espacios destinados a exposiciones; un Centro de Documentación de Teatro y Danza y una serie de talleres, gabinetes y depósitos destinados a distintas tareas vinculadas con la producción artística. Ocupa una superficie cubierta de 30.000 metros cuadrados, distribuida en tres cuerpos, con trece pisos y cuatro subsuelos. Además, lo componen oficinas para: atención al público, trabajos administrativos y gestión artística integral; a ello se suman los departamentos de Prensa, Publicaciones, Arte y Producción Audiovisual.

Oficialmente se inauguró para los festejos del Sesquicentenario de la Patria a pesar de que partes de la obra no estaban terminadas.

En 1961 se inició la actividad teatral con la puesta en escena de “Más de un siglo de teatro argentino”, un collage teatral de obras de autores rioplatenses interpretadas por destacados actores y actrices de la época como Luisa Vehil, Mecha Ortiz, José María Gutiérrez, Eva Franco, Irma Córdoba, Luis Arata y Juan Carlos Gené.

Desde entonces, el Teatro San Martín, que recibe anualmente un millón de visitas, ocupa un lugar de relevancia en la vida cultural de la ciudad de Buenos Aires. Referente nacional de calidad y vanguardia escénica, es una institución modelo reconocida en Latinoamérica y el mundo. Representando casi la única ventana para entrar al mundo de los escenarios a precios accesibles.

Desde el año 2000, el Teatro San Martín es la sede de la Dirección General y Artística del Complejo Teatral de Buenos Aires.

Cincuenta años
Para su 50º aniversario se programó una serie de actividades que hacen referencia a su trayectoria, a la vez que se presentarán distintas piezas de autores nacionales y europeos, que dan cuenta del paisaje inmigratorio y cultural que pobló la Argentina desde aquel momento a la actualidad. Además, para la ocasión el Complejo realizará una programación especial que le brindará un rol destacado al Tango como genuina expresión cultural del Río de la Plata.

Los espectáculos estarán dirigidos especialmente a formar jóvenes espectadores, a crear conciencia de ciudadanía, intentando llegar a todos los colegios y universidades, disponiendo de una entrada accesible.

Dentro de los proyectos para la celebración se encuentran: un documental dirigido por Mario Sábato y guión de Aída Bortnik, con producción del Complejo Teatral Buenos Aires; se editará un libro alusivo de su aniversario a cargo de los Departamentos de Publicaciones y Artes; en la Foto galería del Teatro San Martín, habrá una muestra fotográfica en adhesión cincuentenario; y por último, se realizará el concurso abierto para el Diseño de la identidad visual conmemorativa del aniversario del teatro, una invitación a la comunidad a pensar, diseñar y presentar un símbolo representativo.

Por todo lo expuesto, Sr. Presidente, solicitamos la aprobación del presente Proyecto.

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