Proyecto: Declarar al papel de pasta celulosa para diarios de interés publico al proceso de producción, comercialización y distribución

Fecha de ingreso: 07.10.2010
Estado: Dictamen afirmativo el 25.10.2010
Firmantes: Basteiro, Sergio Ariel – Nuevo Encuentro Popular y Solidario Buenos Aires; Heller, Carlos Salomon – Nuevo Encuentro Popular y Solidario Ciudad De Buenos Aires; Sabbatella, Martin – Nuevo Encuentro Popular y Solidario Buenos Aires

El Senado y Cámara de Diputados,…

Art. 1.- Declárese de interés público al proceso de producción, comercialización y distribución del papel de pasta celulosa para diarios.

Art. 2.- Inclúyase dentro del proceso referido en el artículo 1 a la actividad forestal destinada a proveer insumos básicos para la elaboración de pasta quimimecánica.

Art. 3: La autoridad de aplicación acordará con las organizaciones representativas del sector forestal el precio a pagar por la madera usada en la fabricación de papel para diario a fin de asegurar la sustentabilidad y continuidad de la actividad forestal.

FUNDAMENTOS

Señor presidente:

En los últimos días, ingresaron a esta H. Cámara distintos proyectos que proponen declarar de interés público al proceso de producción, comercialización y distribución de papel de pasta celulosa para diarios. Coincidiendo con ese propósito, venimos a impulsar lo que -a nuestro entender- es un aporte a las iniciativas precedentes.

En tal sentido, digamos que – según sostiene la empresa Papel Prensa S.A.- para producir 170 mil toneladas anuales de papel se requieren 141 mil toneladas de pasta quimimecánica, 15 mil toneladas de pasta de papel reciclado y 14 mil toneladas de pasta química (1) .

Para elaborar cada una de estas pastas se apela a diferentes materias primas; pero, por su incidencia en el producto final, nos detendremos en la usada para producir pasta quimimecánica.

En este caso, el insumo básico es la madera de sauce y -en menor medida- la de álamo. A través de su propia información institucional, Papel Prensa reconoce que anualmente consume 360 mil toneladas de esas maderas (2) .

Que el cultivo de sauces y álamos integra la cadena de producción de papel para diarios lo demuestra el hecho de que Papel Prensa S.A. tiene sus propias plantaciones de estas especies en las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe, las que en el primer semestre de 2010 la proveyeron de 41.288 toneladas de madera (3) ; es decir, del 11,5% de su demanda anual. El resto, lo adquiere a diversos productores forestales que mayoritariamente están radicados en el Delta del Paraná, zona donde se hallan 40 mil de las 46 mil hectáreas de sauzales implantadas en el país.

Teniendo en cuenta que en los seis primeros meses de 2010 Papel Prensa produjo 78.400 toneladas de papel diario, sencillos cálculos de proporcionalidad indican que debió consumir 65.026 toneladas de pasta quimimecánica elaborada a partir de unas 166.023 toneladas de madera. Restando lo producido por sus propios establecimientos forestales, resulta que debió haber comprado unas 124.735 toneladas.
¿Cuánto paga Papel Prensa por la madera que adquiere? Según nos informa la Cooperativa de Consumo Forestal y Servicios Públicos del Delta Ltda. -una entidad con 78 años de trayectoria-, en agosto último, por la madera entregada en la planta que la papelera tiene en San Pedro, la empresa abonaba 145 pesos por tonelada, suma que se descompone del siguiente modo:

– Precio real por tonelada………………..$ 131.-
– Bonificación o premio por cantidad (4) … $ 14.-
– Total …………………………………..$ 145.-

Aunque más adelante retomaremos este dato (5) , ahora nos servirá para estimar que durante el semestre de referencia, lo erogado por Papel Prensa por la adquisición de madera sumó un máximo de 18.086.575 pesos. Consecuentemente, el costo de la madera para producir una tonelada de pasta quimimecánica resultaría de 278,14 pesos.

Este costo adquiere significancia si se lo confronta con lo que Papel Prensa destina para comprarle a sus empresas periodísticas vinculadas (6) la llamada «devolución» de diarios y revistas con los que produce pasta de papel reciclado, y que durante el mismo período alcanzó la suma de 1.769.403 pesos.
Teniendo en cuenta las 78.400 toneladas producidas por la empresa durante el primer semestre del año, puede estimarse de manera proporcional que habría utilizado 6.915 toneladas de pasta de papel reciclado; con lo cual, cada tonelada de esa pasta demandó invertir 255,88 pesos en la compra de cada tonelada de diarios y revistas de devolución.

Resumiendo, por cada tonelada de madera que sirve de materia prima para elaborar pasta quimimecánica y que requiere el trabajo de los productores a lo largo de muchos años, Papel Prensa paga apenas un 8,7% más que lo que abona por cada tonelada de papel proveniente de la devolución de diarios y revistas, una materia prima cuyo único «gasto de producción» es el flete que se sufraga para su traslado desde la playa de distribución hasta la planta de Papel Prensa.

Esta casi paridad de costos entre ambas materias primas permite arribar a tres conclusiones posibles:

1. El precio que se paga por la madera es muy barato.
2. El precio que se paga por la devolución de diarios y revistas es elevado.
3. Ambas cosas ocurren al mismo tiempo.

A nuestros fines, nos centraremos en el análisis de la primera conclusión y, para ello, tomaremos el caso de la madera de sauce.

Bajo las actuales condiciones de explotación, el rinde de una hectárea de sauces es de 200 toneladas de madera. Claro que el logro de ese tonelaje exige un proceso de inversión y de trabajo que dura entre 10 y 12 años a partir de la plantación.

Si de trabajo se trata, digamos que anualmente se deben hacer tareas de zanjeo para evitar anegamientos del sauzal; que durante los tres primeros años se deben guadañar los campos para que el pasto no «mate» a los ejemplares; que al tercer año se deban ralear los árboles para favorecer su crecimiento; que se deben controlar continuamente las plagas y que, llegado el momento, los árboles deben ser talados y transportados en zorras empujadas a mano hasta la costa donde serán embarcados rumbo a la planta de Papel Prensa.

En el hipotético caso de que un productor comercialice las 200 toneladas producidas en una hectárea de su explotación, facturará a través de la Cooperativa un subtotal de 29.000 pesos, cifra que sufrirá las siguientes retenciones:

– Por Ingresos Brutos (1,75%)……………….. $ 507,50
– Por comisiones y gastos administrativos (4,25%) $1.232,50
– Por impuesto al cheque (1,2%) ……………………$ 348,00
– Total……………………………………………… $2.088,00

Por tanto, lo que efectivamente cobrará el productor por el total de su entrega serán 26.912 pesos; suma que equivale a 134,56 pesos por tonelada.

Claro que tras la operación, el productor deberá abonar el costo del flete que actualmente ronda los 40 pesos por tonelada; con lo cual quedarán en su bolsillo 95 pesos por cada tonelada vendida, valor que hoy tiene el sauce o el álamo puesto en costa.

Pero esta última suma no será la ganancia neta del productor, pues deberá descontarle el costo que previamente afrontó por el talado y traslado de los ejemplares hasta la costa y que hoy ronda los 60 pesos por tonelada.

En consecuencia, la ganancia neta será de apenas 35 pesos por tonelada o 7.000 pesos por hectárea.
Por cierto, para encarar un nuevo ciclo productivo la hectárea talada deberá ser replantada, tarea que -a precios actuales- obliga al productor invertir alrededor del 80% de lo que había sido su ganancia neta.
En consecuencia, terminará embolsando unos magros 1.500 pesos por lo producido en cada hectárea.
Para dimensionar mejor esta cifra vale precisar que las explotaciones de los pequeños y medianos productores del Delta tienen extensiones de entre 10 y 40 hectáreas y que la continuidad de su actividad los limita a talar anualmente no más del 10% de la superficie implantada. En consecuencia, la renta anual de las explotaciones más amplias no supera los 6 mil pesos anuales que prorrateados significan 500 pesos mensuales, suma a todas luces insuficiente para garantizar la subsistencia del productor.

Frente a esta realidad, no es extraño que de los más de 20 mil habitantes que contabilizó el Censo Nacional en el Delta productivo -básicamente, la Segunda y la Tercera Sección del Delta del Paraná- hoy apenas queden 3 mil.

Testimonio de este despoblamiento son las viviendas, los comercios y hasta las escuelas abandonadas como consecuencia de la sorda devastación de lo que fue una pujante zona económica.
En el proyecto que el Poder Ejecutivo envió a esta Cámara para declarar de interés público la fabricación, comercialización y distribución de pasta celulosa y de papel para diarios, se establecen los criterios a los que deberá adecuarse el marco regulatorio de esta actividad. El primero de ellos reza: «Establecer las condiciones tendientes a asegurar la fabricación, comercialización y distribución de pasta celulosa y de papel para diarios, con materia prima nacional».

En su mensaje, el Ejecutivo nos dijo que durante 2009 el mercado interno demandó 262 mil toneladas de papel de diario de las cuales el 29% -unas 76 mil toneladas- debieron importarse. Sólo la sustitución de esa importación por producción nacional requeriría unas 160 mil toneladas adicionales de madera por año; lo cual implica implantar en lo inmediato alrededor de 10 mil hectáreas.

Una superficie de esa magnitud es la que hoy está disponible en el Bajo Delta y pertenece a pequeños productores que abandonaron sus emprendimientos forestales cansados de trabajar a pérdida.
Se hace preciso lograr que esas tierras vuelvan a ser productivas; pero para que así ocurra se debe asegurar al productor una rentabilidad mínima que le permita vivir con dignidad.

Para que esto sea posible, lo que se pague por la madera no puede quedar librado a la arbitrariedad del principal demandante de ese recurso que, como tal, fija el precio del mercado.

En tal sentido, consideramos que la declaración de interés público de la fabricación, comercialización y distribución de pasta celulosa y de papel para diarios debe incluir necesariamente a la producción forestal; pues, sin ella, serían inviables los demás eslabones de la cadena productiva.

De aprobarse nuestra propuesta, no sólo le estaríamos asegurando al productor un precio de venta justo, sino que lo estaríamos alentando para invertir en el mejoramiento genético de las especies a fin de diversificar el uso que se dé a sus maderas y contribuiríamos indirectamente al desarrollo industrial de la zona.

No queremos terminar sin referirnos a otros aspectos sobre los que oportunamente abundaremos. Por eso y de manera sintética, señalamos que la perpetuación de la actividad forestal en el Delta del Paraná es un aporte a la protección y al mejoramiento del ambiente, en tanto sus explotaciones son «fábricas de oxígeno» ubicadas en la puerta del Área Metropolitana Buenos Aires, tienen efectos fitorremediadores, sirven para tratar efluentes industriales y domésticos, para estabilizar las costas y, eventualmente, para constituirse en una fuente alternativa de energía.

Por todo ello, solicitamos la aprobación de esta iniciativa.

(1) La Pasta Química se obtiene cocinando intensamente pequeñas partículas de madera adecuada, paja, esparto y otras plantas con intervención de ciertos agregados químicos (soda cáustica y sulfato de cal). Esta substancia en estado químicamente puro se denomina celulosa. El rendimiento de esta materia es inferior al de la pasta mecánica, pero en cambio resulta muy superior su calidad.
(2) Ver http://www.papelprensa.com/PP- 06.html
(3) Dato tomado de los Estados Contables Intermedios al 30 de junio de 2010 que Papel Prensa S.A. presentó ante la Comisión Nacional de Valores
(4) Cuando por cuestiones climáticas (sudestada, mareas, etc.) el productor incumple con la entrega de la cantidad mínima de madera requerida por Papel Prensa, pierde la Bonificación por cantidad.
(5) La información proporcionada por la Cooperativa de Consumo Forestal y Servicios Públicos del Delta Ltda. está respaldada por copia de facturas extendidas por la entidad.
(6) AGEA S.A., S.A. La Nación, Diario Los Andes- Hnos. Calle S.A., La Voz del Interior S.A. y Artes Gráficas Rioplatense S.A.

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