Discurso de Carlos Heller, referente nacional del Frente Nuevo Encuentro

Pronunciado en el masivo acto de la militancia del Frente Nuevo Encuentro en el estadio de Atlanta, el 4 de octubre de 2014

Compañeras y compañeros, la verdad que nunca me imaginé, hasta que empezamos a transitar esta etapa, que yo iba a estar hablando en un acto no solo de esta magnitud sino en un acto en el que pudiera decir: “Compañeros ministros, compañeros gobernadores, compañeros secretarios de Estado, compañeros diputados”.

Porque este proceso que se puso en marcha el 25 de Mayo de 2003, uno podría resumirlo simplemente con ese video que recién se vio, con lo que nos dijo Néstor ese 25 de Mayo, que deberíamos leer y releer una y otra vez y que debería servir para aquellos que niegan el valor de la política. Es que efectivamente se puede hacer política y se puede cumplir con lo que se dice. Vean el discurso del 25 de Mayo de 2003 y van a ver que eso es lo que se estuvo haciendo desde allí hasta aquí.

Y cuando uno escucha lo que nos dijo la Presidenta ve el coraje y se acuerda lo que decía Néstor de la Presidenta coraje. Porque hay que tener coraje para jugar de visitante. Y cuando el otro día seguramente alguno tenía la suerte de estar allá y otros la veíamos por televisión, escuchábamos a Cristina en las Naciones Unidas, en el Consejo de Seguridad, defender con la firmeza y con la profundidad los intereses de nuestro país, pero no solo los intereses de nuestro país sino cuestiones más profundas como los temas que tienen que ver con la paz y con la guerra, cuestiones tan profundas que tienen que ver con la distribución de poder que se hizo en el mundo luego de la Segunda Guerra Mundial y que hasta hoy no se ha logrado modificar, y que permiten que un grupo reducido de países puedan imponerle condiciones al resto de la humanidad para hacer por ejemplo que Gran Bretaña se siga negando a cumplir las resoluciones de Naciones Unidas respecto de Malvinas, porque tiene ese poder de veto que emana de aquellas circunstancias.

Cómo no sentirse orgulloso si allá por el año 2002, cuando se hablaba de la Argentina, decían: «el último que apague la luz, la única salida que tenemos es Ezeiza». Cómo no sentirnos orgullosos de ver cómo se ha vuelto a creer en la política como medio de transformación. Cómo no sentirnos orgullosos de ver este acto intergeneracional pero lleno de jóvenes que nos muestra que los jóvenes han vuelto a creer en la política, que están entusiasmados; que los científicos han vuelto a nuestro país y estamos construyendo un país verdaderamente diferente.

Néstor, y recién aparecía en el discurso, hablaba de la necesidad de la construcción de una gran fuerza política que fuera capaz de dar sustento al proceso de transformación y siempre lo decía, que esa fuerza tenía que ser plural y diversa y que esa fuerza tenía que ser la unión de las distintas y mejores tradiciones políticas nacionales y populares y democráticas de nuestro país.

Y eso, compañeras y compañeros, es lo que hoy estamos construyendo, eso es lo que llamamos kirchnerismo. Eso es lo que representa todos esos actos que han venido haciendo las distintas fuerzas que componen eso que llamamos kirchnerismo, desde la Convocatoria Popular, a La Cámpora, el Movimiento Evita, a todas las distintas expresiones que se han reunido como hoy Nuevo Encuentro.

El Frente Nuevo Encuentro dice con absoluta claridad, y para que se entienda, que nosotros no nos sentimos aliados del kirchnerismo, nosotros nos sentimos parte del kirchnerismo. Somos, en todo caso, una de las puertas de entrada al kirchnerismo, como lo son La Cámpora y el Movimiento Evita y todas las otras expresiones que se unen para construir esa gran fuerza transformadora que este país necesita y requiere.

Y lo tenemos que hacer manteniendo nuestros rasgos, identidades que se nutren como dijimos de todas las corrientes que abrevan en ese pensamiento nacional, popular y transformador. Y eso es lo que estamos haciendo todos los días. Y esto es casi un recreo, un recreo para el alma, que podamos vernos como nos estamos viendo, que podamos sentirnos como nos estamos sintiendo.

Seguramente que hay por delante tiempos complejos, seguramente que hay por delante tiempos de definiciones, nosotros sabemos que vamos a entrar en un año que va a estar surcado por lo electoral, sabemos que tenemos que dar batallas en todos los terrenos y que también vamos a tener que dar batalla en el terreno electoral, pero me animaría a decir que a los compañeros que legítimamente aspiran a representar la continuidad de este espacio, que por imperio de una restricción constitucional no puede ocupar quien todos le reconocemos el carácter de líder presente y futuro de este movimiento y de este proyecto, que queremos que nos empiecen a hablar de las propuestas, de qué quiere decir continuar con el proyecto, porque a veces nos asustamos o escuchamos a algunos decir que representan la continuidad y el cambio.

Queremos que nos expliquen qué es lo que va a continuar y qué es lo que va a cambiar para saber si estamos de acuerdo. Porque si continuidad tiene que ver con la inserción que Argentina ha decidido tener en el mundo, en el proceso de construcción de la Patria Grande, en el proceso de la integración con los demás países de la región, en el Mercosur, en la Unasur, en la CELAC. Si nuestro lugar es junto con los nuevos países emergentes, en los BRICS, junto con los 77 (que son ciento veintitantos) que nos dieron el apoyo y que nos siguen apoyando en esta pelea desigual desde el punto de vista de lo que tienen atrás económicamente, pero nosotros tenemos la fortaleza y el apoyo de los pueblos de todos esos países que son la inmensa mayoría de la humanidad. Entonces queremos que nos digan, cuando nos hablan de continuidad y cambio, qué están pensando respecto de eso. Qué están pensando del rol que tiene que cumplir el Estado. Qué están pensando de los límites que hay que ponerle a la mano invisible del mercado. Porque nos asustamos cuando vemos a gente que viene de tradiciones políticas supuestamente de izquierda y que siguen hablando de la mano invisible del mercado. A la mano invisible del mercado hay que ponerle las regulaciones que el Estado, en representación del conjunto de los intereses del pueblo argentino, tiene que llevar adelante como se viene haciendo.

Queremos que nos digan si van a seguir creyendo en el mercado interno, si van a seguir creyendo en que haya paritarias libres, si van a seguir creyendo que el gasto social es un reivindicador de justicia pero también un motor de crecimiento.

Les queremos decir también a algunos, como decíamos el otro día en un debate en el Parlamento, que dejen de mentirle a la gente, que no se puede hablar de dejar de percibir ingresos sin contar cuáles son los gastos que se van a recortar.

Cuando un país como la Argentina tiene casi el 60 por ciento de su Presupuesto en el gasto social no se puede decir que se van a eliminar las retenciones a las exportaciones agropecuarias porque para hacer eso hay que meterse con la Asignación Universal, hay que meterse con la mejora de las jubilaciones, hay que crear desempleo, hay que volver a privatizar y cuando hablamos de tener una actitud de diálogo, sí, pero diálogo desde la firmeza y diálogo desde las convicciones.

No es cierto que nosotros somos confrontativos. Los confrontativos son los que no dejan cambiar, ellos son los confrontativos. A cada una de las cosas que queremos llevar adelante le ponen palos en la rueda. Tenemos diputados que van a la justicia a pedir un amparo para que no se haga la sesión en Diputados para poder aprobar un Código Civil y Comercial que significa una actualización después de 150 años. Tenemos legisladores electos por el voto popular que le hacen una demanda penal al presidente de nuestra Cámara de Diputados por llevar adelante una sesión en la cual aprobábamos la reforma del Código. Entonces, ¿quiénes son los conflictivos?

Cuando algunos nos dicen que vayamos a pagar lo que dice Griesa, ¡y lo dicen, eh! Algunos con apuntador y a veces sin apuntador, en realidad lo que nos están diciendo es lo que la Presidenta dijo el martes, no se trata solo del apetito usurero de esos buitres y esas águilas, se trata en realidad de liquidar y voltear la reestructuración de la deuda y el fenomenal proceso de desendeudamiento que la Argentina ha llevado adelante y que nos permite tomar decisiones soberanas, que nos permite pensar en un futuro de prosperidad, justicia y equidad distributiva.

Quieren que nos volvamos a endeudar. Quieren que nos volvamos a sobreendeudar, para después venir a decirnos que no se puede pagar, y entonces hay que pagar con especias, entonces hay que privatizar lo que se hizo público, entonces hay que entregarles nuestras reservas del subsuelo. Por eso vienen. Eso es lo que quieren y eso es lo que nos aconsejan algunos de esos que se presentan como candidatos, que nos dicen que tenemos que dialogar y que no tenemos que ser confrontativos.

Nosotros estamos aquí firmemente convencidos del rumbo que se ha elegido, nosotros estamos aquí profundamente comprometidos con respaldar este rumbo, vuelvo a decir: tenemos un proyecto al que bancamos, tenemos un liderazgo que reconocemos en el presente y en el futuro.

Tenemos propuestas para cada una de las cosas que tenemos que llevar adelante, creemos que efectivamente hay que seguir profundizando, lo dice la propia Presidenta, nadie dice que está todo bien ni que está todo resuelto. Nadie, nosotros tampoco.

Lo que si decimos con absoluta convicción es que todo lo que falta está en el camino que vamos y que cambiar el rumbo es empezar a desandar todo lo que hemos conquistado. Entonces, compañeras y compañeros, con la fe, con la fuerza, con las convicciones, con el convencimiento de que éste es el camino correcto, con el respaldo que todos ustedes nos dan para seguir peleando por todo eso, vamos sin desmayo a seguir construyendo el futuro, que para que estas cosas sean concretas hacen falta largos períodos, que no se resuelven en 8 años. Los que plantean la alternancia lo hacen porque saben que lo conservadores no necesitan mucho tiempo para conservar lo que está. Tiempo hace falta para cambiar.

Y de paso digamos, celebremos por anticipado el triunfo mañana de la compañera Dilma Rousseff en las elecciones de Brasil, porque ellos forman parte del proyecto de construcción de esta Patria Grande, porque nos importa lo que pasa en Brasil, lo que pasa en Venezuela, lo que pasa en Bolivia, lo que pasa en cada uno de nuestros países porque todos somos hermanos, porque todos somos parte de este proyecto.

Gracias compañeras, gracias compañeros.

Fotos: Horacio Paone

Atlanta2014

Atlanta2014

Scroll al inicio