Heller y Junio sumaron su apoyo al proyecto de ley antidiscriminatoria

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“Me siento sumamente orgulloso de poder ser uno de los diputados nacionales que va a trabajar para llevar adelante este proyecto y convertirlo en ley”, sostuvo esta tarde Carlos Heller, durante una conferencia de prensa que realizó junto a la legisladora porteña María Rachid, los legisladores nacionales Juan Carlos Junio, Remo Carlotto, Araceli Ferreyra, Adela Segarra y Leo Grosso, y un colectivo de organizaciones sociales que impulsan una iniciativa parlamentaria antidiscriminación, que muy pronto tendrá estado parlamentario .

“Quienes formamos parte de este espacio político tenemos el orgullo de decir que hemos acompañado con nuestro voto una cantidad de leyes que significan un cambio notable desde el punto de vista de lo que son los derechos; hemos convertido, legitimado, dándole categoría de derechos, muchas cosas que eran absolutamente impensables. Este proyecto viene a ser como el broche de todo eso”, agregó el diputado nacional del Frente Nuevo Encuentro (FNE).

“Vamos a trabajar para que este proyecto sea ley pero también para que podamos seguir teniendo un gobierno que crea en este tipo de leyes y esté dispuesto a darles continuidad, porque las leyes así como salen, se pueden derogar. Hemos escuchado a candidatos que en estas horas están compitiendo con declaraciones absolutamente discriminadoras, hemos escuchado a candidatos nacionales hablar de todo lo que van a derogar si llegaran a ganar, es decir, nada es para siempre ni hay ninguna ley que garantice que las cosas son definitivas. Las leyes son hitos, puntos de partida, después hay que lograr que se cumplan”, completó Heller en clave electoral.

Por su parte, el también diputado nacional del FNE Juan Carlos Junio, manifestó: “Quiero expresar mi alegría por acompañar esta iniciativa y a la vez decirles que tenemos por delante una gran batalla cultural. Porque la desigualdad que para nosotros es aberrante desde todos los planos, está consagrada culturalmente desde hace siglos como lo normal, lo natural. La desigualdad, desde el punto de vista cultural, es inherente a la defensa y la continuidad de los núcleos de poder minoritarios”.

“Si avanzamos con este tipo de iniciativas estaremos logrando que la sociedad sea cada vez un poquito más democrática, más humanista, estaremos logrando que mucha menos gente sufra la desigualdad, porque la desigualdad no es una cuestión de carácter teórico, los seres humanos sufren por todo tipo de discriminaciones, de forma tal que avanzaríamos efectivamente en mejorar la vida de los ciudadanos de nuestro país y estaríamos avanzando y derrumbando una de esas murallas invisibles, culturales, que favorecen la división y las estratificaciones y desigualdades sociales”, afirmó Junio. El diputado, que además dirige el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, finalizó diciendo: “vale la pena luchar por este proyecto de ley”.

En tanto, María Rachid, de la Mesa Nacional por la Igualdad, sostuvo: “La ley antidiscriminatoria que proponemos, así como la que aprobamos en la Ciudad de Buenos Aires, es una herramienta fundamental, que permitirá a las personas víctimas de discriminación y a las organizaciones y organismos que defendemos sus derechos, promover acciones contra la discriminación de una manera más simple y efectiva, así como seguir trabajando en la implementación de políticas públicas para terminar con la discriminación y promover la igualdad de oportunidades”.

El proyecto busca lograr una norma más abarcativa y con mecanismos más efectivos de prevención, reparación y sanción de actos discriminatorios. En particular, se propone la incorporación de mecanismos tales como —entre otros— la inclusión de pretextos discriminatorios no contemplados en la norma actual —como la discapacidad, la orientación sexual, la identidad de género o la edad—, la ampliación de la legitimación para accionar contra actos discriminatorios a organismos y organizaciones de derechos humanos, una definición más amplia de «acto discriminatorio», más coherente con los recientes avances internacionales y nacionales, la inversión de la carga de la prueba del carácter discriminatorio de los actos denunciados, la presunción y autonomía del daño moral e importantes cambios en la legislación penal.

En todos los casos, los textos fueron ampliamente trabajados y discutidos con activistas y organizaciones de diferentes colectivos con una vasta experiencia en la promoción de los derechos humanos y de lucha contra la discriminación, como la Mesa Nacional por la Igualdad, la Federación Argentina LGBT, la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de Argentina (ATTTA), la Sociedad de Socorros Mutuos «Unión Caboverdeana», el Frente de Personas Liberadas y Privadas de Libertad, el Frente Nacional por la Igualdad del Movimiento Evita, La Fulana, la organización Todos con Mandela, la Defensoría LGBT de la Ciudad de Buenos Aires, la Coalición Argentina por un Estado Laico (CAEL) y el Frente de Migrantes Organizados, entre otros/as.

Esta nueva presentación tiene lugar pocos días después de que estas mismas organizaciones lograran que la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires sancionara una norma de características similares a la que se propone a nivel nacional, presentada por la legisladora María Rachid.

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