Heller: “Cristina va a jugar, no creo que rife el caudal político que tiene”

Agencia Noticias Argentinas | Entrevista
Por Sebastián Hadida

El diputado nacional por el Partido Solidario, Carlos Heller, destacó hoy que no se imagina a la expresidenta Cristina Kirchner “arreglando el jardín y cuidando a los nietos” y aseguró que “va a jugar en política” porque es impensable que vaya a “rifar” el “caudal político” que tiene.

En una entrevista con NA, el legislador advirtió que pese a que él se ubica por fuera de las disputas intrínsecas del peronismo, detrás de la ruptura del bloque del Frente para la Victoria está “la mano del Gobierno”, que apuesta a “generar un PJ opositor amigo” para de ese modo “licuar” al kirchnerismo.

“Así es como Macri va a Davos con Massa y lo presenta como el representante de la oposición. La idea es licuar al justicialismo y al FpV para generar una oposición ´moderna´ como dicen ellos, complaciente, que no ponga trabas, que acepte el ajuste”, apuntó.

Por otra parte, señaló que toda la política económica del Gobierno está sustanciada en la idea de “metas de inflación” que consisten en “ajustar todas las otras variables” y “apretar todos los torniquetes” para cerrar alrededor del 25 por ciento.

“Sube la tasa de interés, encarece el crédito, aspira moneda para que haya menos crédito, achica la actividad económica para enfriar la economía y sobre esa base cumple con la meta de inflación”, analizó.

El presidente del Banco Credicoop estimó que “efectivamente” el Gobierno “apuesta a que va a haber una desaceleración de la inflación, pero por vía del enfriamiento de la economía”, y advirtió que eso “funciona siempre mal”.

A continuación, algunos pasajes de la entrevista:

– NA: ¿La ruptura de Bossio y otros legisladores abrió la puerta para una estampida?

– CH: Yo no integro el espacio parlamentario del Frente para la Victoria, pero no hay que ser un peronólogo para darse cuenta que hay una tensión al interior del espacio respecto del rumbo. Está claro que hay un fuerte intento desde el oficialismo para generar un PJ opositor amigo. Así es como Macri va a Davos con Massa y lo presenta como el representante de la oposición. La idea es licuar al justicialismo y al FpV para generar una oposición “moderna” complaciente, que no ponga trabas, que acepte el ajuste.

– ¿Sería importante que Cristina vuelva al ruedo?

– No me la imagino arreglando el jardín y cuidando a los nietos, por lo tanto supongo que en un tiempo prudente jugará en política con todo el bagaje que tiene. Hay que ir muy atrás para encontrar a alguien que se haya ido con 500 mil personas en la plaza, con un nivel de aceptación muy significativo después de ocho años de gestión. No creo que Cristina rife ese caudal político.

– ¿Usted está de acuerdo con la decisión de Cristina de no competir por la conducción del PJ?

– Néstor Kirchner decía que sin el peronismo no se puede, pero sólo con el peronismo no alcanza. ¿Quién puede negar que el PJ es la fuerza más grande? Entonces, sobrevolar y que el PJ lo maneje alguien que quiere llevarlo a una política de conciliación con Cambiemos también puede ser una táctica no feliz. Lo ideal sería que la conducción del PJ que se elija sea ratificatoria de los ejes que sostuvo el Gobierno anterior.

– ¿Qué puntos flacos tuvo el kirchnerismo en sus doce años de gestión?

– No se hizo una reforma impositiva integral, que era necesaria; no se sancionó una ley de inversiones extranjeras, la que tenemos es otra ley corta de la dictadura y es una vergüenza. Son todos “podrán” y no hay un solo “deberán”. No hay obligaciones. Hay que legislar sobre los recursos naturales.

Nosotros proponemos crear una Sociedad del Estado, algo así como Yacimientos Fiscales del Litio, y una ley que regule su explotación. Más allá de eso, la riqueza de lo que se hizo es notable.

– Entre lo que falta, la ley de Entidades Financieras que usted impulsaba que no pudo prosperar…

– No, pero se aprobó la reforma de la Carta Orgánica del Banco Central. La diferencia es que la Carta Orgánica establece un montón de “podrán” y nuestro proyecto establece un montón de “deberán”, es decir, obligaciones. Entonces con esta Carta Orgánica del Banco Central se puede trabajar con la política liberal que se propone en estos momentos, porque el BCRA puede regular tasas de interés, pero no está obligado; puede orientar el crédito, pero no está obligado a hacerlo. Lo ideal hubiera sido aprobar esa reforma y la ley de servicios financieros.

– ¿Está en desacuerdo con hacer modificaciones a a Ley Cerrojo para habilitar el acuerdo con fondos buitre?

– Me parecería injusto. Si Argentina en vez de ser un país fuera una empresa que tiene un 93 por ciento de aceptación de un concurso de acreedores, obliga a los otros 7 a aceptarlo. Hay una minoría que, apoyada en un juez condescendiente, iría en contra de la voluntad de la inmensa mayoría de los acreedores. Se arregla con el 93, pero la llave la tiene el 7. Conceptualmente es inaceptable.

– ¿Qué opina sobre la eliminación de derechos de exportación a los granos?

– No hay dudas de que hay una enorme transferencia de recursos. Lo único que sucede con la devaluación es que la empresa que vende esa soja va a recibir una cantidad de pesos más grande por la misma cantidad de dólares. Si esa cantidad se licúa porque los salarios se adecuan en la misma proporción, no le sirvió. Estamos en el punto de partida. Tiene que volver a devaluar. Para que la medida sea efectiva tiene que atrasarse el salario.

– ¿Cree que se va a volver a devaluar?

– Yo creo que se van a atrasar los salarios, ponen tope a las paritarias. Este Gobierno ha decidido manejar lo que se llaman metas de inflación, que significa que se fija un nivel teórico que supone que va a ser la inflación del año y hace que todas las otras variables tengan que ajustarse a esa. Sube la tasa de interés, encarece el crédito, aspira moneda para que haya menos crédito, achica la actividad económica para enfriar la economía y sobre esa base cumple con la meta de inflación. Todo esto funciona siempre mal. Si se achica la actividad económica, se achica el ingreso fiscal, sube el déficit fiscal, y entonces hay que ajustar de vuelta. Es infinito.

– ¿Anticipa un escenario de conflictividad social?

– Es impensado que haya ajuste sin conflictividad porque significaría que la gente se resigne mansamente a no tener trabajo o ganar menos en términos reales y es impensable que haya ajuste sin represión. Van de la mano y cuando ves el escenario, con Cresta Roja, La Plata, Milagro Sala, hay claramente un cambio de paradigma notable de lo que era la política de no represión de la protesta social hasta el 10 de diciembre.

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