La presión impositiva es sobre la gente

Página/12 | Opinión

Por Carlos Heller

Durante la semana, la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont, envió a la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados un informe con el número aproximado de personas que serían alcanzadas por el Aporte Solidario y Extraordinario de las grandes fortunas. La mencionada documentación señala que es posible estimar que el universo potencial total de personas humanas alcanzadas asciende a 9298. De éstas, 7438 ya declararon bienes por más de 200 millones de pesos y otras 1860 todavía no presentaron su declaración jurada, pero, al actualizar sus patrimonios informados en años anteriores, es posible estimar que entrarían en ese grupo.

Esas 7438 personas humanas son el 0,8 por ciento del total de contribuyentes que presentaron su declaración jurada y el 0,02 por ciento de la población total de la Argentina. El informe agrega quelo declarado por estas 7438 personas humanas representa el 49,2 por ciento del total de los bienes declarados en el país y en el exterior. En esa misma línea, 253 de esos contribuyentes, con un patrimonio de más de 3 mil millones de pesos, serían los que participarían con aproximadamente el 50 por ciento de la contribución total. Unos 153 mil millones de pesos, de acuerdo a las alícuotas del proyecto.

Según la AFIP, los 9298 aportantes potenciales, es decir, los más de 7 mil que ya declararon y los 1860 que se espera que declaren, generarían un ingreso estimado de 307.897 millones de pesos. Estos datos son una muestra evidente de cómo está concentrada la riqueza en la Argentina.

En síntesis: a través del Aporte Solidario y Extraordinario le estamos pidiendo a menos de 10 mil personas una pequeña porción de su riqueza individual para generar un fondo con el cual asistir a millones de argentinos y argentinas que atraviesan numerosas carencias.

Ante esta iniciativa una parte de la oposición dice: “Me opongo al proyecto y adelanto mi voto en contra”. Por supuesto, a partir de esa declaración la discusión queda cerrada. Porque, además, acompañan esa posición con planteos acerca de que la iniciativa es confiscatoria, que aleja las inversiones y cosas por el estilo. Parece sacado de un manual. Incluso, siguiendo algunos discursos o notas en algunos medios parece como si la Argentina fuera a quedarse vacía luego de un éxodo masivo de empresas y personas al Uruguay u otros destinos. Por supuesto, se trata de la creación de un escenario manipulado para quitarle legitimidad a la iniciativa que estamos impulsando.

Según varias fuentes, desde Uruguay, por ejemplo, los datos indican que en 2019 se fueron más de 600 mil personas. Una porción importante emigró a la Argentina como parte de un proceso estructural de larga data. ¿Quiénes son esas personas? Gente que quiere trabajar pero no tiene trabajo y que, por lo tanto, no tiene posibilidades. ¿Quiénes son los que se van o amenazan con irse de la Argentina? Un pequeño grupo de multimillonarios que busca pagar menos impuestos. Es lo mismo que pasa en Europa con las empresas que se van a facturar a Irlanda del Norte, a Luxemburgo o a algún otro lugar con mínima tributación. Este fantasma de las empresas que supuestamente se van de la Argentina o amenazan con que se van, en muchos casos se trata de reestructuraciones o de simples ventas de activos: por ejemplo, el supuesto éxodo de Glovo es, en realidad, la venta de la empresa a Pedidos Ya en América Latina. No se fue de la Argentina, simplemente hubo un cambio de dueño. En el caso de Falabella se trata de una reestructuración empresaria, que seguramente va a afectar a muchos trabajadores y trabajadoras porque es parte de un plan de ajuste de la empresa.

En la misma línea, la diputada del Frente de Todos por la provincia de Entre Ríos, Blanca Osuna, leyó en la reunión de la Comisión de Presupuesto una lista de empresas que cerraron o se fueron del país durante la gestión de Mauricio Macri. Un listado interminable. Ello es lógico: el grueso de este fenómeno fue consecuencia de la crisis generada por el gobierno de Juntos por el Cambio, pero a ello se sumaron los movimientos que siempre se dan de empresas que se reestructuran y que por distintas razones se venden porque sus planes de negocios cambian o porque deciden irse de la región.

Un sector de la oposición no acompaña el proyecto porque sostiene que el país va a mejorar si se rebajan impuestos. Pero, en la Argentina, el IVA, que es un impuesto horizontal que alcanza a todos y todas, recauda más que la suma del impuesto a las ganancias de las empresas y las personas más el impuesto a los bienes personales. En nuestro país, la presión impositiva la tiene la gente (en especial la de los sectores de bajos y medios ingresos), más que las empresas. Por consecuencia, lo que hay que lograr es una menor presión impositiva para la gente y una mayor progresividad impositiva para las personas y las empresas con mayor capacidad contributiva.

Por otro lado, comenzó el proceso institucional de discusión del Presupuesto 2021. El ministro Martín Guzmán presentó en la Cámara de Diputados sus principales lineamientos. Es decir, el conjunto de metas que el Gobierno se propone alcanzar. Todas ellas juntas constituyen un plan. Se trata de un Presupuesto consistente que proyecta una recuperación de la economía para el año que viene del orden del 5,5 por ciento y crecimientos decrecientes en el año 2022 de 4,5 por ciento y en el año 2023 del 3,5 por ciento.

Entre otros aspectos, el ministro se refirió a la necesidad de fortalecer el mercado interno y de estimular la demanda por la vía de la mejora de los ingresos. En esa línea, afirmó que el objetivo es que estos últimos crezcan por encima de la inflación, es decir, que haya una recuperación del poder adquisitivo de los argentinos y las argentinas. Se refirió, además, a la protección de las Pymes y la producción nacional. Por eso, el conjunto de medidas expansivas que el Gobierno viene anunciando tiene el mismo espíritu que este Presupuesto: la decisión de promover incentivos para que exista un mayor consumo y, sobre todo, un mayor consumo de productos fabricados en el país, entre otras cosas. Eso significa más mano de obra, más trabajo argentino, más empresas a las que les va a ir mejor. El Aporte Solidario y Extraordinario de las grandes fortunas y los principales lineamientos del Presupuesto 2021 que comenzamos a analizar en la última semana, junto a un conjunto de medidas que el Gobierno viene implementando, integran un proyecto que ha comenzado a poner a la Argentina de pie.

Nota publicada en Página/12 el 27/09/2020

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