¿La nueva condicionalidad es que crezca el empleo?

Página/12 | Opinión

Los medios que conforman el aparato mediático concluyeron, casi al unísono, que Estados Unidos está pidiendo “un plan económico sólido” como condición para apoyar a la Argentina en el FMI.

En rigor, se trata de una frase a propósito recortada, ya que Wally Adeyemo, número dos del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, sostuvo: “un marco sólido de política económica para Argentina que brinde una visión para el crecimiento del empleo en el sector privado tendría el apoyo de Estados Unidos y la comunidad internacional”. Bastante lejos de las condicionalidades y del discurso de otros tiempos.

Además, ¿quién podría estar en contra de la intención de que se apunte a que crezca el empleo, esencialmente el privado, trabajo registrado y de calidad? Por lo que el Gobierno está haciendo se debería tener altas expectativas de que Argentina conseguirá el apoyo de Estados Unidos en las negociaciones con el FMI.

Este plan lo reiteró el ministro de Economía, Martín Guzmán, a los empresarios que participaron del encuentro del Consejo Interamericano de Comercio y Producción. Está basado en la existencia de un Estado activo, regulando, invirtiendo y fomentando las exportaciones y la industria.

No hay que perder de vista que los datos muestran que la industria no sólo está recuperándose de los impactos de la pandemia, sino también de los efectos de las políticas de Cambiemos, y en la medida en que siga avanzando la estrategia de vacunación, la economía seguirá levantándose. No obstante, como dijo Guzmán: “una condición necesaria para que el crecimiento sea sostenido es que el salario real tiene que crecer”. El ministro agregó: “si la idea es un país de impuestos bajos y gasto bajo, esa no es nuestra idea. El Estado tiene un rol en la estabilidad macro y en generar condiciones propicias para promover la actividad privada”.

Para que no queden dudas sobre la existencia de un rumbo, Cecilia Todesca Bocco, vicejefa de Gabinete, afirmó que “cuando dicen que no hay un plan económico, es porque no es el plan que ellos quieren”, es decir, uno que venga acompañado por ajuste. Una premisa que también vengo sosteniendo en mis columnas. Todesca dijo además que los impuestos deben ser progresivos y que el gasto tiene que seguir “traccionando” porque es una de las variables para “recuperar el nivel de actividad”. Una buena síntesis del proyecto económico que se persigue.

Hoy estamos ante un plan mucho más sólido que el que había cuando el FMI aprobó la hipoteca que solicitó el gobierno de Macri en 2018. Estados Unidos, con poder de veto en el organismo, tiene una gran cuota de responsabilidad, ya que en su momento tomó una decisión política. Ahora sería necesaria también una decisión de ese tipo que torne al crédito sostenible, sin someter a más sacrificios al pueblo argentino. Las condicionalidades típicas de los programas del Fondo no resultan aplicables, por lesivas, y además por las necesidades que impone la pandemia y por los cambios que se están gestando a nivel global.

Volviendo al Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, Janet Yellen, su titular, sostuvo que en las últimas décadas “mientras que los trabajadores de los estratos más altos veían sus ingresos crecer, las familias que estaban en la base de la distribución del ingreso veían cómo se estancaban”. Hizo mención a la existencia de “fuerzas destructivas” que se agudizaron, como la divergencia salarial y entre regiones, la caída en la participación laboral, el cambio climático, y la persistencia de la desigualdad racial. Y mencionó que el sector privado no llevó a cabo la suficiente inversión como para “revertir” estas tendencias en los últimos 40 años. Por ello, concluyó: “necesitamos una política fiscal ambiciosa para comenzar a modificar estas tendencias”. Sobre el presupuesto dijo: “Se paga a sí mismo, a través de una demorada reforma del sistema tributario que lo hará más justo, sin tocar a la vasta mayoría de los americanos”. Estas palabras marcan una similitud notable con los temas que se discuten en Argentina.

No hay dudas de que estamos frente a un modelo que está agotado en todas partes y, en este marco, cobra más valor aún el plan de acción que sigue nuestro Gobierno tanto en el plano interno como en términos de negociaciones internacionales.

Nota publicada en Página/12 el 20/06/2021

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